¿Qué es la vocación? La vocación es una luz que se enciende en la vida para iluminarla por entero: es una gracia, una iniciativa y una elección de Dios.
La vocación lleva a una misión: corredimir con Cristo, llevar la Buena Noticia del Evangelio, a todos los hombres; acercar a todos los hombres a la plenitud del Amor y la Belleza; a la máxima felicidad, que es la unión con Dios.Concepto: Se entiende por vocación (del latín vocare, llamar) la llamada de Dios para realizar una tarea que abarca la vida entera. Se entiende por vocación (del latín vocare, llamar) la llamada de Dios para realizar una tarea que abarca la vida entera.
La vocación según el Catecismo de la Iglesia Católica: Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros, desde su Encarnación "por nosotros los hombres y por nuestra salvación" hasta su muerte "por nuestros pecados" (1 Co 15, 3) y en su Resurrección para nuestra justificación (Rom 4,25). (Cat. 519). Cristo nos invita a seguirle y nos da ejemplo de entrega libre a la voluntad de Dios. Durante toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo (cf. Rm 15,5; Flp 2, 5): Él es el "hombre perfecto" (GS 38) que nos invita a ser sus discípulos y a seguirle:
Con su anonadamiento, nos ha dado un ejemplo que imitar (cf. Jn 13, 15);
Con su oración atrae a la oración (cf. Lc 11, 1);
Con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y las persecuciones (cf. Mt 5, 11-12). (Cat. 520)
La vocación lleva a una misión: corredimir con Cristo, llevar la Buena Noticia del Evangelio, a todos los hombres; acercar a todos los hombres a la plenitud del Amor y la Belleza; a la máxima felicidad, que es la unión con Dios.Concepto: Se entiende por vocación (del latín vocare, llamar) la llamada de Dios para realizar una tarea que abarca la vida entera. Se entiende por vocación (del latín vocare, llamar) la llamada de Dios para realizar una tarea que abarca la vida entera.
La vocación según el Catecismo de la Iglesia Católica: Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros, desde su Encarnación "por nosotros los hombres y por nuestra salvación" hasta su muerte "por nuestros pecados" (1 Co 15, 3) y en su Resurrección para nuestra justificación (Rom 4,25). (Cat. 519). Cristo nos invita a seguirle y nos da ejemplo de entrega libre a la voluntad de Dios. Durante toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo (cf. Rm 15,5; Flp 2, 5): Él es el "hombre perfecto" (GS 38) que nos invita a ser sus discípulos y a seguirle:
Con su anonadamiento, nos ha dado un ejemplo que imitar (cf. Jn 13, 15);
Con su oración atrae a la oración (cf. Lc 11, 1);
Con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y las persecuciones (cf. Mt 5, 11-12). (Cat. 520)
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